lunes, 22 de noviembre de 2010

MAS INCENDIOS OKUPAS. ESTA VEZ MORTALES

Una vez más se ha producido un incendio en un edificio habitada por okupas. En esta ocasiòn, el hecho ha tenido lugar en el "Restaurante Lucas" sito en el número 69 de la Avenida Iparraguirre, en la Vizcaina localidad de Santurce, el cual se encontraba cerrado desde hacía varios años .

Según las primeras noticias, ( 1 , 2 , 3 )era de dominio público que la casa se encontraba okupada desde hacía tiempo. Vecinos, Ayuntamiento, y propietario tenían conocimiento de ello. Y no solo eso sino que, ademas, según parece, no era la primera vez que los servicios de Seguridad intervenían en la misma, por diversos motivos, tales como riñas, pequeños incendios sin consecuencias etc. Es más, según algunas informaciones, incluso habían llegado a intervenir hasta en 20 ocasiones.

No obstante, a pesar de todo ello y de que, al parecer, los okupas eran inmigrantes, por razones que aún no parecen suficientemente claras hasta el momento, no había sido posible su desalojo por las vías legales. Sin embargo, lo que no había sido capaz de llevar a cabo la Justicia, Los Cuerpos de Seguridad o los Servicios Municipales, finalmente lo ha conseguido el fuego; quien no entiende de Justicia, Derechos, plazos procesales, raza, sexo, edad, nacionalidad, clase o condición social etc. Y precisamente por ello, en esta ocasiòn no solo no ha respetado nada de todo eso, a la hora de proceder al forzoso desalojo con sus expeditivos medios, sino que ni tan siquiera ha respetado la vida ni la integridad física de los okupantes; dos de los cuales han resultado muertos y otros dos, al parecer se encuentran gravemente heridos.

No es la primera vez que un edificio okupado sale ardiendo, ni es la primera vez que como consecuencia de ello, mueren personas o resultan gravemente heridas; y aunque es cierto que incendios se producen también en viviendas donde residen sus propietarios o inquilinos, no es menos cierto que el riesgo de que semejantes sucesos se produzcan en edificios okupados, se incrementa, por razones obvias, de manera exponencial, en tales casos. Y dado el poder del fuego para expandirse y terminar afectando a edificaciones colindantes, ese riesgo y el daño consiguiente, no afecta solo a los okupas, como ha ocurrido en este aso, sino tambien a los vecinos quienes, además de soportar las consiguientes molestias y deterioro de la zona que suelen llevar aparejadas las viviendas okupadas, están expuestos a que sus vidas o viviendas sigan la misma suerte, sin tan siquiera tener el consuelo de poder resarcirse de los daños o perjuicios que todo ello pudiera ocasionar, dada la casi segura insolvencia de los okupas, directos responsables del mismo.

En entradas anteriores ( 1 , 2 , 3 , 4 , 5 ) ya he tratado este tema y junto a los incendios a que ya me he referido en las mismas, aquí ( 1, 2, 3, 4 , 5 , 6 , 7 , 8 , 9 , 10 , 11 , 12 ,13 ,14 ,15 ) puede verse una relaciòn, no exhaustiva, de distintas noticias publicadas sobre incendios ocurridos en inmuebles okupados desde el més de julio de este año, que puede servir para dar una idea del volumen de siniestros de tales características

Ahora veremos a los políticos municipales pelearse entre si tirándose los muertos a la cabeza. Al Ayuntamiento culpando al propietario; a este culpando al Ayuntamiento o a la Justicia y sus carencias; y a ésta última abriendo diligencias para averiguar quien de todos ellos ha de pagar los platos rotos; y todo ello, con la casi segura convicciòn de que al final terminaremos pagándolos entre todos y seguiremos como si aquí no hubiera pasado nada.

Con independencia de que como se dice en alguna noticia, el propietario no hubiese instado el desalojo judicial de los okupas y de que el Ayuntamiento no pudiese solicitar dicho desalojo judicial para la demolición por ruina del edificio, al haber interpuesto el primero un recurso contra la decisión municipal en tal sentido, surgen algunas preguntas, hasta ahora sin respuesta :

¿ Que hacían unos inmigrantes, presumiblemente sin medios de vida legales, okupando un edificio, y provocando estériles intervenciones policiales sin cuento, sin que hubiesen sido devueltos a su país de origen ?

¿ Cuantos muertos necesitan nuestros políticos sobre las mesas de disección de los Institutos Anatómicos Forenses para adoptar medidas contra las okupaciones ?
¿ Será necesario esperar para ello a la próxima campaña electoral ?

Posteriores noticias, que amplian la informaciòn inicial, no hacen otras cosa que constatar que la okupación del edificio incendiado constituía un "modelo" que reunía en si mismo casi todas las patologías posibles, tales como : hacinamiento y trasiego incontrolado de personas; inmigración ilegal; delincuencia; molestias y peligro para los vecinos; incumplimiento de las mas elementales normativas penales y administrativas; e impotencia policial para acabar con esa aberrante situación y evitar el siniestro anunciado y finalmente producido.

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