sábado, 12 de septiembre de 2009

LA HISTORIA DE LAS "MARAVILLAS" SE REPITE EN LA "FABRICA DE LAS PESADILLAS"

En la última entrada , comentaba la sublevación de los vecinos del barrio de Malasaña de Madrid contra los ruidos y otras molestias, que durante mas de dos años llevan soportando, derivadas de la Okupación del antiguo colegio okupado, denominado “Patio Maravillas” , por una banda de okupas profesionales .

Lejos de la beatífica imagen de los edificios ilegalmente okupados, que la propaganda okupa se encarga de difundir, con su mejor cara, dura, por supuesto, las molestias a los vecinos y el malestar consiguiente por la convivencia- es un decir- forzada, con semejantes especímenes , es mucho mas habitual de lo que las noticias publicadas en los medios de comunicación ponen de manifiesto .

Allí donde tiene lugar una okupación ilegal de inmueble, se repite siempre la misma historia.

Y al igual que en el “Patio Maravillas” de Madrid , algo parecido sucede en la emblemática ciudad de Granada ¡Ay, si Al Ahmar , levantara la Cabeza!

En enero de 2008, una banda de okupas, asaltaban un edificio de tres pisos, ubicado en la granadina calle Damasqueros, en el barrio de los Realejos, al que denominaron con el poético nombre de “Fábrica de los sueños”, en honor y recuerdo a otro del mismo nombre del que acababan de ser desalojados .

En los primeros días, y ante la consiguiente alarma vecinal, los okupas sacaron su mejor cara, la de cemento armado, y prometieron utilizarlo únicamente como “centro social” y no como local de ocio nocturno.

Sin embargo, pasadas las primeras noches la “fábrica de los sueños”, se convirtió para los vecinos en la “fábrica de las pesadillas” . Simple cuestión de punto de vista dirían los okupas. Simple cuestión de incivismo, dirían los vecinos .

Llamase como se quiera, lo cierto es que desde enero hasta junio en que se ejecutó una orden judicial de desalojo, los vecinos tuvieron que soportar ruido constante en el que competían junto a tambores y guitarras, voces asamblearias , ladridos de perro etc. . Vamos, lo propio de un “centro social” . Okupa, por supuesto. Y esto, como he dicho, no es algo ocasional o esporádico, sino mas bien la regla general, como puede verse aquí

Y de nada sirvió a los vecinos negociar soluciones racionales; pues siguiendo la máxima okupa de “ prometer hasta meter. Y después de metido, nada de lo prometido”, cualquier acuerdo era reiteradamente incumplido .

Llegado el momento del desalojo los okupas siguieron las pautas habituales
marcadas por el manual del buen okupa . Resistencia; Protestas y mas protestas; mucho victimismo y vuelta a okupar, que sale gratis, o muy barato; pues las multas y las responsabilidades civiles les suenan a chiste a estos insolventes profesionales y el poco tiempo que subsidiariamente pudieran, en su caso, pasar alojados en la cárcel, por impago de multas, ( responsabilidades civiles y costas procesales hay que darlas por perdidas de antemano ) , antes que un freno, constituye un acicate , al tiempo que un nuevo bocado al presupuesto del Estado al que todos, salvo estos y otros parásitos sociales, contribuimos.

Por su parte la reacción de nuestros políticos, jueces y policías, también de manual . En este caso el manual no son sino las leyes, que ellos mismos elaboran y tienen que aplicar, y de las que se cuiosamente se benefician los okupas, ara la comisión de sus delitos.

A pesar de ser el delito de usurpación un delito perseguible de oficio y a pesar del carácter público y notorio de muchas de las ocupaciones, sino se produce una denuncia del propietario o una fuerte reacción vecinal nuestra policía, siguiendo el manual que nuestros políticos les han proporcionado, rara vez actúa y nuestros jueces, enterrados en papel rara vez se dan por enterados si no se excita especialmente su celo; profesional, por supuesto.

Una vez puesta en marcha la perezosa maquinaria judicial, la desesperante espera que han de sufrir las víctimas para obtener la recuperación de la posesión, que no la completa restauración del orden jurídico perturbado, constituye el caldo de cultivo que alimenta las ocupaciones ilegales de inmuebles . Y así llevamos engordando las estadísticas de ocupaciones, desde el año 1995 en que se produjo la reforma del Código Penal, sin que nuestros legisladores hayan movido un músculo para poner freno a esta tendencia ascendente. Y mientras tanto la tendencia crece exponencialmente seguimos tolerando actos y manifestaciones de auténtica apología del delito de usurpación, gracias a la falta de regulación específica en nuestro Código Penal .

¿ Cuando van nuestros políticos a ponerse las pilas para frenar la epidemia okupa ?

¿ Tendremos que esperar los ciudadanos a que el virus lea afecte, como sucedió con el terrorismo de ETA ?

¿ A que esperamos los ciudadanos para organizarnos y exigir a políticos y jueces la protección eficaz del Derecho de propiedad que la Constitución reconoce como Derecho Fundamental ?

1 comentario:

  1. Me parece excesivo comparar el fenómeno de la okupación con ETA.
    Una cosa es okupar una vivienda abandonada y otra muy diferente, matar.

    ResponderEliminar